¿Por qué cristaliza la miel?
Muy a menudo nos preguntan por qué la miel tiene un aspecto más sólido, más cremoso, más granulado, etc... ¡Pues bien, todo esto forma parte de la naturaleza de este alimento tan mágico!
En las mieles puras o crudas como la nuestra, que llegan a tu mesa directamente del panal, es muy probable que observes, con la bajada de temperaturas, cómo se transforma su estado de líquido a sólido, se altera su textura e incluso varía su color inicial. Sin embargo, esta característica tan genuina puede variar de intensidad en función de la composición del néctar y de la variedad de las flores, principalmente.
Si preguntas a los más mayores, seguro que te contarán que antiguamente la miel se endurecía en invierno. Hoy en día, a causa de procedimientos industriales de sobrecalentamiento, pasteurización y microfiltrado, se consigue una miel inalterablemente líquida. Sin embargo, debes saber que esa miel procesada ha perdido sus propiedades nutricionales y medicinales, además de sus aromas y sabores inherentes.
A continuación, te lo explicamos con más detalle.
Causas de la cristalización:
- Composición de la miel: La miel es el néctar que recolectan las abejas de las flores. Su composición está formada por azúcares, agua, minerales, vitaminas y otros compuestos. De estos azúcares naturales, la glucosa tiende a cristalizarse, mientras que la fructosa permanece más líquida. Por lo tanto, existen mieles con mayor cantidad de glucosa que cristalizan más rápidamente, como sucede, por ejemplo, con la miel de trébol o de eucalipto.
- Temperatura: Las temperaturas bajas aceleran el proceso de cristalización. A temperaturas inferiores a los 14°C, la miel tiende a cristalizarse más rápidamente.
- Presencia de partículas: La miel cruda, especialmente la que no ha sido filtrada, puede contener pequeñas partículas de cera, polen u otras impurezas que actúan como núcleos alrededor de los cuales los cristales de glucosa se forman.
- Proporción de agua: El contenido de agua en la miel se encuentra entre un 17% y un 20%.
Las mieles con bajo contenido de agua presentan unas condiciones óptimas de conservación y cristalizan más rápidamente. Por el contrario, la miel que contiene más agua es más líquida pero tiene el riesgo de fermentar.
¿Qué ocurre durante la cristalización?
La cristalización es un proceso natural en el cual la glucosa se separa del agua. A medida que la miel se enfría, la glucosa comienza a formar cristales, mientras que el resto de la miel sigue siendo líquida. Con el tiempo, estos cristales de glucosa se agrupan, lo que da como resultado una miel más espesa o sólida y de textura granular.
¿Cómo deshacer la cristalización?
Nosotros somos partidarios de consumir la miel en su estado natural. Ahora bien, si la prefieres líquida, hazlo siempre mediante un baño maría suave, calentándola a una temperatura no superior a 40°C. Esto disolverá los cristales, pero es importante no calentarla demasiado para evitar que pierda sus propiedades nutricionales y medicinales.
¿Es segura la miel cristalizada?
¡Claro que sí! Esperamos haber resuelto ya todas tus dudas y que, a partir de ahora, reconozcas la cristalización de la miel como algo positivo que te garantiza un alimento 100% natural con todas sus propiedades y su calidad!

Miel Casa Bancal cristalizada de forma natural en sus tarros.
¿Qué diferencia la miel convencional de la ecológica en Casa Bancal?
Desde finales del año 2023, en Casa Bancal somos productores de miel, propóleo y cera ecológicos, con certificación del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica.
En casa Bancal nos definimos como activistas ambientales, lo cual significa que la ecología está integrada en nuestro modo de entender la vida y también en la
apicultura que practicamos.
La certificación de producción ecológica de nuestros productos avala una forma de trabajar y de relacionarnos con el entorno y las abejas. Sin embargo, es importante destacar que nuestra manera de proceder es siempre la misma, tanto si son colmenas certificadas como si no lo son.
Por esta razón, si te preguntas qué diferencia la miel ecológica de la miel convencional que producimos en Casa Bancal, la respuesta es fácil: todas nuestras colmenas comparten las mismas condiciones a excepción de una sola: la exclusividad de la ubicación.
Las colmenas con certificación ecológica se encuentran situadas durante todo el año en un paraje aislado, a kilómetros de distancia de posibles focos de contaminación, es decir, alejadas de campos de cultivo, ciudades, carreteras, industrias, etc.
En defensa de la abeja negra, la "Apis mellifera iberiensis"
Nuestra abeja negra autóctona es, sin duda, la abeja que mejor se adapta al medio
ambiente local.
- Es una abeja rústica y de gran vigor.
- Es resistente a las enfermedades y situaciones de stress.
- Es buena productora de miel y polen.
- Se reproduce rápidamente para aprovechar las floraciones y, así mismo, tiende a decrecer el nido en condiciones adversas.
- Hiberna con pocas abejas y consume, en consecuencia, muy pocas reservas.
La Apis mellifera iberiensis en peligro
En los últimos años existe una “moda” creciente en introducir abejas de otras subespecies, como la italiana, la cárnica o la caucásica, o híbridos comerciales como la Buckfast.
La razón es que estas abejas foráneas ofrecen unas cualidades que, a priori, podrían parecer mejores que las de la abeja negra local, sin embargo, nada más lejos de la realidad. Estas abejas presentan una mayor mortandad por su menor adaptación al medio y a las situaciones adversas del clima y, también, son más vulnerables a las enfermedades y patologías que actualmente afectan a esta especie.
La lamentable consecuencia de estas prácticas es el gran riesgo de contaminación genética de la abeja negra ibérica autóctona.
¿Por qué se produce esta contaminación genética?
- a) Por las trashumancias apícolas procedentes de otros puntos de España, especialmente de grandes productores de Valencia y Tarragona, y también de Francia.
- b) Por la adquisición que hacen algunos apicultores, sobre todo las nuevas generaciones, de estas subespecies foráneas, atraídos por su fama de recolectoras y por los caracteres no tan deseados de la abeja local, como son la tendencia a la enjambrazón y el comportamiento defensivo.
¿Cómo se produce la contaminación genética?
Por el comportamiento reproductivo de la abeja: las reinas se aparean con zánganos a varios kilómetros a la redonda y es imposible evitar que se crucen zánganos de otras subespecies con las reinas ibéricas.
¿Qué consecuencias tiene la contaminación genética?
- La progresiva desaparición de la subespecie Apis mellifera iberiensis, nuestra abeja negra autóctona, lo cual ya ha ocurrido en otros países europeos.
- La pérdida de la biodiversidad natural y, por lo tanto, del ecosistema.